El reencuentro

 Beso tus ojos grandes y llenos de pestañas hermosas, 

desearía poder sentir en los labios un rato más la dureza de tus huesos. 


Siempre has tenido el mismo olor, 
el aceite de tu cuerpo no ha cambiado en todos estos años. 
El olor de tu cabello tampoco. 

Sabes a cigarrillo.
Te conozco en otros grados ahora. 
Nos desciframos,
Yo quiero reír y hablar mientras te siento,
Tu necesitas que me calle y concentrarte.
Somos una ansia dispareja

Beso tus dedos, tu palma, su dorso, tus nudillos. Recuerdo en la lengua cada parte aspera del borde de tus uñas,
ojalá pudiese tener tus manos de nuevo. 

El sonidito que haces,
Nuestras dimensiones tan distintas,
Los momentos de frustración y estar raros porque es media noche y nos mojamos con lluvia.
No dormir juntos, no hablarlo en la mañana

Pero verte dibujar,
Sentirte indiferente y distante mientras te escondes bajo tu música a todo volumen, 
para luego volver a sentirte cerca mientras te beso en la espalda y friegas los platos.
No hablamos sobre la noche incómoda, pero las aguas se bajaron cuando el calorcito en el cuerpo nos envolvió de nuevo. 

Una experiencia unilateral. 

Aprendernos desde una amistad+allá 
pero igual acá, en los términos de siempre.

Creo que supimos llevarlo. 

Esto no es una declaración de amor. 
Pero se siente como una. 
Lo extraño, pero puedo vivir con ello.
No es necesario que sea distinto. 

.

Qué ganas
(cómo el papel en tu bolsillo en la parada del metrobús años atrás)

Espero seguirnos acompañando cómo siempre lo hemos hecho. 

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